Pequeño Panda - Kleiner Panda

(Ailurus fulgens)

El panda menor vive en el sur y sureste de Asia, en China occidental y en el Himalaya, donde habita bosques de la zona templada a alturas entre los 1.800 y los 4.000 metros. Es menos conocido que el panda grande, el que es tomado como símbolo de la protección del medio ambiente. El panda menor llega a medir de largo entre 50 y 64 cm, su cola mide entre 28 a 50 cm y puede alcanzar un peso de entre 3 y 6 kilogramos.

El Panda en la Mitología: En la dinastía china Han (206 a 24 a.C.), los pandas gozaban de una particular veneración. Gracias al compositor Bai Juyu se sabe que creían que los pandas tenían fuerzas místicas especiales. Se dice que ellos pueden alejar catástrofes naturales y expulsar a los malos espíritus. Otra creencia china trata sobre el panda gigante. Según la leyenda, el panda originariamente poseía un pelaje blanco, pero un leopardo atacó a uno de ellos y una muchacha, al tratar de defenderlo con una vara de bambú, fue matada por el felino.

Los pandas se reunieron alrededor de la tumba, llevando cintas negras como muestra de su duelo. Con las lágrimas, los colores se desvanecieron y cuando se frotaron los ojos, se volvieron negros. Cuando luego se taparon los oídos para no seguir escuchando los llantos, éstos también se pusieron negros.

El Panda en la interpretación de los sueños: Los osos, como los pandas, nos muestran en sueños el estado de nuestro amor incondicional ¿Podemos permitir cercanía en nuestras relaciones o nos sentimos inseguros?

La esencia de Panda nos regala paz y tranquilidad, fortalece nuestro sentido para ver qué es lo fundamental en la vida. Aprendemos a hacer las cosas con alegría y nos concentramos en lo importante. Aprendemos a ser más adaptables.

En el plano físico: Aprendemos, del panda menor, a aumentar nuestra destreza y nuestro sentido del equilibrio. De la misma manera en que este hábil trepador se mueve con seguridad a través de los árboles, aprendemos también nosotros a movernos con más seguridad a través de la vida. Aprendemos a confiar en nuestra propia fuerza. También nos ayuda a ser más adaptables a los cambios de temperatura, las olas de calor se pueden equilibrar energéticamente.

Emocional: El panda menor nos ayuda a aumentar nuestra confianza en nosotros mismos y nuestra autovaloración, pudiendo soltar conscientemente miedos y desarrollar internamente mayor coraje y confianza. Aprendemos, a partir de nuestra tranquilidad interior, a movilizar nuestra fuerza y nos volvemos más relajados.

Espiritual: La esencia nos ayuda a ir por el mundo con una meta más firme. Ya no nos dejamos distraer con tanta facilidad por pequeñeces, acudimos a nuestra guía interior y así podemos organizar nuestra vida con un objetivo claro.