Perezoso - Faultier

(Choloepus didactylus), Foto: Dreamstime

El perezoso pertenece, junto con el oso hormiguero y los armadillos, a los xenartros o desdentados y es un mamífero. Se lo encuentra en las zonas amazónicas de América del Sur y Central y también se lo denomina perezoso de dos dedos de Linnaues. Alcanza un tamaño de 85 cm y puede pesar hasta 8,5 kg. Su cabeza es pequeña y redondeada, la nariz sobresale ligeramente de la cara. Los ojos son pequeños, así como también las orejas, las que permanecen ocultas debajo del pelaje. Viven solitariamente y se alimentan de hojas, gajos y frutas. El perezoso posee, en las patas delanteras, dos garras en forma de gancho, tres en las patas trasera La esencia de Perezoso nos ayuda a tener una percepción más certera del tiempo, a hacer las cosas con tranquilidad y es espectacular para situaciones de estrés.

El Perezoso en la Mitología: Desde el arribo de los primeros europeos que los perezosos gozan de una muy mala reputación, como ya lo muestra su nombre. Se los consideraba perezosos, criaturas despreciables. También existen leyendas indígenas que hacen referencia a la aparente falta de iniciativa de estos animales. Frecuentemente pueden estar tomando una siestita colgados de una rama cabeza para abajo. En la mitología griega se habla de los hermanos Hypnos y Tánatos, uno nos traía el sueño y el otro, la muerte. Nos recuerdan que el sueño es de vital importancia. Si a los animales se los obliga a permanecer despiertos, mueren.

El perezoso en la interpretación de los sueños: puede significar que debemos afrontar nuestra propia vida, tomar las cosas con más tranquilidad y transitar por la vida de una manera más relajada.

La Esencia de Perezoso: La esencia nos ayuda a tener una percepción más certera del tiempo, a hacer las cosas con tranquilidad. Es espectacular para situaciones de estrés.

En el plano físico: La esencia nos ayuda a encontrar mayor tranquilidad y paz para un sueño reparador, con el cual nuestro cuerpo será capaz de recuperarse. Aprendemos a regalarle a nuestro cuerpo momentos de descanso y a hacerlo adecuadamente.

En el plano emocional: La esencia nos regala una percepción más certera del tiempo. Aprendemos a escuchar a nuestro cuerpo y a sentir cuando debemos darnos momentos de descanso. Aprendemos a manejarnos de otra manera con el estrés, previniendo así síntomas del mismo, como el burn-out.

En el plano espiritual: La esencia nos enseña que son nuestros propios pensamientos los que determinan cómo nos va, los que determinan nuestros sentimientos en la vida. Aprendemos que no es necesario reaccionar ante todo y que podemos simplemente relajarnos en una hamaca paraguaya. ¿Para qué nos vamos a estresar? ¿Es nuestra meta en la vida el morir de un infarto? Aprendemos a pensar sobre el sentido de la vida.