Pingüino

(Spheniscus humboldtii), Photo: Dreamstime

Los pingüinos son aves incapaces de volar que se encuentran en el Hemisferio Sur. Sus alas han evolucionado con el correr del tiempo hacia aletas. Se adaptaron excelentemente a la vida en el mar y se desplazan en tierra únicamente con un caminar pesado. Entre las especies hay grandes diferencias de tamaño y peso. Cuanto más frío es su hábitat, más grandes son los animales, y viceversa, cuando más cálido es su hábitat, más pequeños son. Los pingüinos enanos alcanzan un tamaño de 30 cm, en contraposición a los pingüinos imperiales de la Antártida, que pueden llegar a medir 1,2 metros y pesar hasta 40 kilogramos.

El pingüino en la interpretación de los sueños: En el mundo árabe se dice que si un pingüino nos aparece en sueños, significa que nos invitarán a una fiesta. En Europa frecuentemente se lo ve como un símbolo que anuncia un incremento en la familia, el cual nos alegrará.

La Esencia de Pingüino: Aprendemos a concentrarnos en nuestra propia fuerza y a confiar. Estimula el comportamiento social y una convivencia pacífica.

En el plano físico: La esencia nos ayuda a recordar nuestra fuerza interior. Aprendemos a reconocer nuestra fuerza y a utilizarla. De la misma manera en que los animales logran adaptarse a situaciones extremas, la esencia nos puede apoyar a adaptarnos mejor a situaciones límites. Aprendemos a ser más fuertes.

En el plano emocional: Es principalmente el marcado comportamiento social de estos animales lo que nos puede ayudar a ganar mayor autoestima dentro de un grupo y a sentirnos como parte integrante del mismo. Fomenta nuestro comportamiento social y la conciencia grupal. Aprendemos a desenvolvernos dentro de los conflictos sin lastimar a los demás.

En el plano espiritual: La esencia nos ayuda a reconocer cuán importante es poder desarrollar confianza. Estos animales, que en el trascurso de su evolución, principalmente a causa de la falta de enemigos, han prescindido del vuelo, nos muestran que también nosotros podemos tratarnos pacíficamente y encontrar una relación mutua más respetuosa. Aprendemos a soltar los pensamientos miedosos y a confiar en nuestras sensaciones e intuiciones, logrando una nueva confianza hacia nosotros mismos y hacia la protección de Dios.