Águila de cabeza blanca - Weisskopf Seeadler

(Haliaeëtus leucocephalus)

Las águilas pertenecen a las aves de presa y son las más hábiles cazadoras. Aparecen en todo el mundo con excepción de América del sur. Además del hombre no poseen enemigos naturales. Pero estas aves de rapiña sufren con la creciente contaminación ambiental. Las águilas poseen un característico pico en forma de garfio, patas con plumas, poderosas garras y alas de gran amplitud: de hasta 2,5 metros.

El Águila en la Mitología: En muchos mitos aparece el águila como el salvador cuando hay penurias, llegando a sacrificar, en el peor de los casos, su la propia carne para apaciguarlas. Las águilashabitan las cumbres más altas del mundo. Ya en la época de los griegos, las altas montañas eran consideradas morada de los dioses y, en este caso, el águila es la portadora de los rayos de Zeus, para los romanos, de Júpiter. Las tribus indígenas las veneraban por ser mediadoras hacia el gran espíritu. Los indios hopi mantienen en secreto “la medicina del águila” y siguen practicando su baile. Muchos rituales indígenas, como la danza del Sol, están dedicados a este animal. Para el cristianismo, el águila simboliza la omnipotencia de Dios, la creencia en la resurrección de Jesús, la resurrección y el bautismo. El águila, con la serpiente en el pico, simboliza el triunfo del bien sobre el mal, y el ojo de águila es tomado como el ojo de Dios que todo lo ve, al que no se le escapa nada y nos dice que siempre se deben observar las cosas desde una perspectiva más elevada. En muchas culturas representa a la justicia, al poder, la dignidad y la grandeza, por lo que también es el animal heráldico de muchas casas reales y estados, como ser de Rusia, Austria, Alemania y Estados Unidos de América. El Águila en la interpretación de los sueños: representa los mensajes y los impulsos del mundo espiritual. También puede ser un indicio de nuestra relación hacia nuestro padre y Dios.

La esencia nos ayuda a agudizar y a ampliar nuestra visión, captando lo esencial y manteniendo el panorama completo en la vida.

En el plano físico: La esencia nos ayuda a fortalecer energéticamente a los ojos y a refrescarlos. Nos ayuda a poner en claro nuestra mente y a ver lo esencial.

En el plano emocional: La esencia nos ayuda a desarrollar mayor confianza en nosotros mismos, mayor valor y fuerza de acción; a soltar los miedos. Nos regala una visión más amplia en la vida, para que no nos perdamos en las emociones y en los detalles. Logramos con mayor facilidad el acceso hacia nuestro potencial interno y aprendemos a elevarnos internamente y a incorporarnos.

En el plano espiritual: La esencia nos regala una visión más amplia en nuestro actuar. Confiamos en la guía de Dios y aprendemos a poner a disposición de toda la humanidad nuestra misión y a ver ideales más elevados en nuestra vida. Asumimos completamente la responsabilidad por nuestras acciones, nos conectamos con la guía divina, desarrollamos mayor autoconfianza y nos elevamos internamente a un nuevo escalón en nuestra evolución.