(Equidae)
El caballo es oriundo de Europa, Asia y África. Luego también fue introducido por el hombre en América. Como ungulares de dedos impares poseen en cada pata únicamente un dedo. Son de cabeza y cuello largos y tienen unas esbeltas patas, son muy resistentes y pueden correr rápidamente. La especie más veloz, el Onagro, puede alcanzar, en trechos cortos, una velocidad de hasta 70 km/h. Viven en los pastizales de las estepas de Eurasia y en los desiertos de África. Características típicas para los caballos son el pecho ancho, la crin y la larga y peluda cola. Los ojos poseen pupilas rectangulares y se encuentran a los costados de la cabeza, lo que les permite una vista panorámica.
El Caballo en la Mitología: El desarrollo de la civilización se dio en gran medida junto a la domesticación de los caballos. Es por ello que juegan un gran papel en diferentes mitologías. Siempre se consideró al caballo como mensajero de los dioses. En la mitología nórdica se dice que a Odin le pertenecía una yegua de ocho patas llamada Sleipnir. Los celtas veneraban a los caballos junto con la diosa de la fertilidad, Epona / Rhiannon. Los druidas tenían dos feriados en los que honraban a los caballos: el 1° de mayo (Beltane) y el 1° de noviembre (Samhain). Para el Beltane, un caballo blanco traía la fertilidad y anunciaba el verano y la época cálida del año; para Samhain, aparecía un caballo negro, que acompañaba a las personas durante el tiempo oscuro de la Luna y de las estrellas y durante el camino al supramundo. En el budismo chino, un caballo alado lleva el Libro de las Leyes. En el calendario chino existe el año del caballo. Es el séptimo de los doce signos y corresponde a Géminis. Está asociado con la astucia, con el entusiasmo, el optimismo y el dinamismo.
Años del caballo son: … 1954, 1966, 1978, 1990, 2002 … En Japón se dice que la diosa Bato Kannon puede tomar la forma de caballo. En el Islam, el caballo representa a la suerte, en el cristianismo, a la resurrección, a la elevación de las almas y al viaje celestial. Actualmente podemos ver que el 26 de diciembre se festeja en muchos lugares el día de San Esteban, la bendición de los caballos. El Caballo en la interpretación de los sueños: nos conecta con nuestra fuerza interior, con nuestro orgullo. Este animal nos muestra los valores de la fidelidad, así como una imagen de la libertad interior.
La Esencia de Caballo: El caballo conecta con el sentimiento de amplitud y de belleza de la naturaleza. La esencia otorga flexibilidad y movilidad.
En el plano físico: Nos ayuda a desarrollar una mejor sensación corporal. Aprendemos a respetar y a amar a nuestro cuerpo. Vivenciamos que es importante cuidarlo y ocuparnos de él. Podemos aprender lo bueno que es hacer el ejercicio necesario para nuestro bienestar general, precisamente al aire libre; cómo nuestro cuerpo nos puede regalar, haciendo deporte, una nueva forma de sentirlo. Se fortalece la circulación sanguínea y coronaria, nuestros pulmones trabajan mejor, las toxinas e impurezas de nuestro cuerpo pueden ser disueltas y eliminadas. Según el dicho “quien descansa, se oxida” vivenciamos que podemos encontrar un tipo de deporte acorde a cualquier edad, el que nos puede ayudar a lograr mayor flexibilidad y una cabeza más clara, logrando una mejor sensación de nuestra vitalidad.
En el plano emocional: La esencia nos ayuda a desarrollar mayor confianza en nosotros mismos y mayor autoestima. Aprendemos a amarnos, incrementando nuestra sensación de bienestar. Desarrollamos una nueva fuerza y valentía y nos atrevemos a realizar un nuevo salto en nuestra vida. También aprendemos a conectarnos mejor con la tierra, a ver la forma de aumentar nuestra fuerza y nuestra energía vital. Estaremos dispuestos a vivir nuevas experiencias en nuestra vida y nos sentiremos libres internamente y llenos de fuerza.
En el plano espiritual: La esencia de caballo nos ayuda a liberarnos internamente, a romper viejas ataduras espirituales y a realizar un salto en nuestra vida. Vivenciamos la gracia y el orgullo interno de estos animales, que tienen su hogar en las praderas. De la misma manera nos percibimos libres interiormente, respirando profundamente y disfrutando la belleza de la naturaleza de Dios. Nos vivenciamos a nosotros mismos como creaciones de Dios, aprendemos a respetarnos y a amarnos, disfrutando de la vida y de la naturaleza con agradecimiento.
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Ingredientes
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50% de brandy francés para su conservación. Madura durante al menos 4 años en barricas de roble.
50% de agua sin gas energizada (Black Forest)
~20% de contenido alcohólico