La Esmeralda es un silicato de berilio y aluminio que fascina por su característico verde, desde transparente hasta opaco, que abarca diversas gradaciones del mismo. El color se lo debe a la presencia de cromo y vanadio, y se encuentra en forma de prismas hexaédricos alargados. Su formación más espectacular es la esmeralda colombiana (trapiche) conocida por contener una estrella de seis rayos. Durante el siglo XII, Hildegarda de Bingen recomendaba la esmeralda para tratar las molestias cardíacas y estomacales, así como para la epilepsia. En la doctrina de los chakras, corresponde al chakra del corazón (4° chakra) y al del tercer ojo (6° chakra).
La esencia de Esmeralda abre nuestro corazón a la multiplicidad de la vida. Nuestra intuición se activa y la unión con el Yo Superior se hace más evidente.
Ayuda de la esencia sobre el cuerpo: Esta esencia nos transmite su práctica energía cuando se trata de encontrar el equilibrio interior. Se puede aplicar como ayuda energética para el área del 4° chakra. Revigoriza todo el cuerpo reforzando y estimulando nuestra energía autocurativa.
Ayuda de la esencia sobre el ánimo: Los reveses del destino y las emociones que derivan de ellos se pueden superar mejor con esta esencia. Abre nuestro corazón a la variedad de la vida de la que nos habíamos excluido por los motivos más diversos. Se nos hace más fácil aceptar energías que no coincidan con nuestras propias percepciones. Nuestro corazón rebosará amor como sentimiento de la unión con todo. Nuestra personalidad se reafirma y podemos mitigar o eliminar los miedos.
Ayuda de la esencia sobre la mente: Las vibraciones cargadas de afecto y armonía de esta esencia refrescan y regeneran cuerpo y mente. Se activa el tercer ojo como puerta de acceso a las capacidades desconocidas y a la intuición. Inmersos en la energía de una comprensión ampliada, podemos deshacernos de patrones antiguos y reemplazarlos por estructuras de pensamiento nuevas. La variedad mental enriquece nuestras vidas poniendo de manifiesto y reforzando nuestra unión con el Yo Superior.
La esencia de Esmeralda resulta excepcionalmente estimulante para la meditación dado que fomenta los conocimientos espirituales durante la misma y nos permite acumular energía renovada. Con ella se estimulan las energías de autocuración en el plano corporal y espiritual. Todo esto lo percibiremos como una sensación de plenitud de nuestro impulso y del frescor espiritual. Simultáneamente se da una percepción profunda del amor, la esperanza, la curación y la sabiduría dentro de nosotros que nos permiten investigar en los misterios de la vida.
Esencia de orquídea correspondiente: Orquídea Venus.
Afirmación: Siento un amor y una frescura maravillosos dentro de mí que disipan todos mis miedos y me permiten indagar en los misterios de la vida.
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Ingredientes
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50% de brandy francés para su conservación. Madura durante al menos 4 años en barricas de roble.
50% de agua sin gas energizada (Black Forest)
~20% de contenido alcohólico