Foto: Steve Alexander
Por un lado, la esencia nos conecta con nuestra cultura, con nuestros orígenes, aprendemos a entenderlos y a honrar a nuestros antepasados. Por otro lado, la esencia actúa como un motor estelar. Así como la construcción de Stonehenge les sirvió a nuestros ancestros para la comunicación cósmica, nos ayuda a conectarnos con nuestros hermanos estelares en otras dimensiones y a reconocer nuestras raíces comunes en la historia.