(Blennius Sanguinolentus)
Los peces mucosos llegan a medir aproximadamente 20 cm y pertenecen a los teleósteos. Estos son el grupo de peces más grande y diverso, al que pertenecen más del 90% de todas las especies. Los peces mucosos se alimentan de algas y viven en las zonas costeras de los mares, en pequeños charcos y en sectores del lecho marino rocoso que están iluminados por el sol. Algunos de estos peces también pueden realizar saltos acrobáticos para llegar, cuando baja la marea, de un charco al otro. Algunas veces incluso pueden avanzar sobre las piedras arrastrándose de costado. Su área de distribución abarca el Mar Mediterráneo, el Mar Negro, el Océano Atlántico desde la costa de Marruecos hasta Francia y las Islas Canarias.
A través de un sexto sentido (un conducto interno a ambos lados, llamado línea lateral), los peces pueden percibir las más mínimas corrientes y vibraciones, captar a los depredadores y reconocer la distancia exacta entre los otros peces. Dentro del agua pueden oler con mucha precisión, percibir sustancias que están disueltas en ella y, por eso, son capaces de volver, para su procreación, al lugar donde ellos mismos eclosionaron. La reproducción se realiza indirectamente. La hembra pone las huevas en el lugar de desove, las que el macho fecunda con su esperma.
El Pez en la Mitología: En la mitología griega, la diosa del amor, Afrodita y el dios del amor, Eros, se convirtieron en peces para escapar de la serpiente Tifón. Para los babilonios, los pecesrepresentan al creador y dios del agua, Enki. Sus sacerdotes se envolvían en mantos que los hacían parecer peces.
En el cristianismo, el pez es el símbolo para Cristo. Los primeros cristianos se daban a conocer entre ellos a través del símbolo del pez. Los primeros apóstoles de Jesús eran pescadores y a Pedro luego lo llamaron el pescador de hombres. El pez está relacionado con el bautismo, con el agua, con el nacimiento espiritual y la resurrección. En China, el pez representa riqueza y bienestar, abundancia y suerte. Por eso en el Feng Shui se colocan, como símbolo de riqueza, éxito y ganancias, contenedores o peceras con peces.
El Pez en la interpretación de los sueños: al moverse los peces en el agua, esto nos lleva al plano emocional, a los sentimientos que duermen en nuestro inconsciente. Si el agua es turbia, nos encontramos en situaciones confusas, poco claras. Debemos divisar claramente nuestras emociones. Si el pez está enfermo o muerto, esto puede ser un indicio de interferencia en nuestra fuerza emocional o nuestra energía vital, e incluso referirse a una enfermedad.
La Esencia de Pez Mucoso: La esencia nos conecta con nuestra intuición, con nuestras emociones.
En el plano físico: Las emociones que no podemos expresar pueden llevar a endurecimientos y acalambramientos, los que pueden ser disueltos amorosamente por esta esencia. Como nuestras emociones son representadas por el agua, esta esencia nos ayuda a ablandarlas suave y amorosamente, logrando disolver contracturas y permitiendo que la energía vital pueda fluir nuevamente. Esta esencia también es muy buena para ser añadida al aceite de masajes.
En el plano emocional: La esencia nos ayuda a dejar entrar emociones a nuestra vida. Esto nos ayuda a superar mejor nuestros propios miedos y también podremos aprender a mostrar nuestros sentimientos de una forma más adecuada. Aprendemos, luego de la duda inicial, que esto puede ser positivo y experimentamos cuanto bien hace y cuan satisfactorio es cuando logramos entregarnos de lleno y completamente a nuestros sentimientos. Nos hallaremos a gusto con nuestros sentimientos, como el pez en el agua. La esencia nos regresa a la fuerza sanadora, dadora de bendiciones, del plano emocional, hacia la confianza ancestral y, con ello, hacia nuestra riqueza vital y el sentimiento de alegría interior. También aprendemos a desarrollar compasión hacia los demás, a abrir nuestro corazón y a participar de la danza de la vida.
En el plano espiritual: Aprendemos que es indispensable reconocer los sentimientos y demostrarlos, en vez de reprimirlos, lo que, en el peor de los casos, puede llevarnos a un cáncer. Aprendemos que el desarrollo humano, y cualquier forma de evolución, se realiza siempre a través de la expresión de las emociones.