(Cichorium intybus)
La esencia de Chicory favorece el amor auténtico, sin condiciones y ayuda a liberarse de las expectativas depositadas en los demás. Puede ser empleada cuando uno está confrontado con la temática de salvador – víctima, en el caso de congestiones energéticas y cuando hay problemas familiares.
Efecto de la esencia sobre el cuerpo: La esencia de Chicory se recomienda cuando nuestra posesividad o tendencia a tutelar a los demás se exterioriza en el plano físico en forma de compasión por uno mismo, envidia, etc. Esta esencia nos ayuda, en el plano energético, a reconocer el trasfondo espiritual de estos problemas y a tratarlos, de lo que se puede derivar una mejora en el plano corporal.
Efecto de la esencia sobre el ánimo: En un estado de carencia de Chicory, uno frecuentemente se encuentra en el papel del que quiere hacer algo por los demás, pero hay ausencia de agradecimiento y reconocimiento. Finalmente, se intenta calmar el anhelo de afecto a través de la desilusión, las lágrimas, la autocompasión, la simulación o huida a la enfermedad y a la emotividad. En estos casos, la esencia de Chicory nos ayuda a desarrollar un amor propio sano y a disolver nuestra dependencia de los demás. Podemos soltar la necesidad de hacernos los interesantes, al egoísmo, el ser dominantes, a los celos y a las pretensiones sobre-elevadas y encontrar sostén en el amor hacia nosotros mismo.
Efecto de la esencia sobre la mente: La esencia de Chicory favorece la capacidad de tener una forma de pensar propia que “funcione” de forma independiente. Nuestros pensamientos ya no están condicionados a la esperanza de hallar afecto en los demás, sino que encuentran calor y afecto dentro de nosotros mismos. Nuestra estructura mental se torna más relajada y generosa. Esta esencia suele tener muy buenos efectos en personas con profesiones relacionadas con la salud y la sociedad. Los problemas se diluyen favoreciendo el que, por una vez, la persona haga algo por si misma, admita sus pensamientos y deseos y aprenda a quererlos.
Efecto de la esencia sobre el espíritu: Con esta esencia se abren el pecho y el corazón a una capacidad superior de sensibilidad. Surge un sentimiento sólido y seguro de la propia persona que nos permite transmitir a los demás una auténtica contención. Ofrecemos una protección que no aplasta. Esta esencia también contribuye a reafirmar los lazos que forman la estrecha relación simbiótica entre madre e hijo. Se establece la equiparación entre dar y recibir. Comprendemos que el amor no se puede comprar y que únicamente podemos conservar aquello cuya libertad respetamos.
Efecto de la esencia sobre los niños: Niños pequeños frecuentemente reaccionan con disconformidad o llanto si se interrumpe el contacto con la madre. Niños un poco más grandes se ofenden si algo no sucede como ellos quieren. Frecuentemente quieren jugar solos o estar solos y reclaman exageradamente por atención. La esencia de Chicory le da apoyo al niño para permitirse distancia, sentirse acogido dentro de si mismo y a ser autónomo.
Efecto de la esencia sobre los animales: En estado de carencia Chicory, el animal es un ser posesivo que reclama completamente a su dueño. No quiere compartir ni a su amo ni a su lugar con otros. Hay una gran necesidad de proximidad y protección; en el caso de perros aparecen ladridos frecuentes. La esencia de Chicory ayuda al animal a ser más reservado y a una mayor seguridad interior.
Esencias de piedras preciosas correspondientes: Malaquita, Fluorita.
Afirmación: Te doy plena libertad para que cada uno de nosotros pueda desarrollarse según su plan de vida individual. Doy de corazón y acepto lo que recibo.
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Ingredientes
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50% de brandy francés para su conservación. Madura durante al menos 4 años en barricas de roble.
50% de agua sin gas energizada (Black Forest)
~20% de contenido alcohólico