La esencia ayuda a enfocarse y a concentrarse en lo esencial. Cuando las influencias externas actúan perturbando, aprendemos a volver a nuestro centro. Así actúa energéticamente protegiendo y estabilizando la energía cutánea y de las articulaciones. Desde adentro hacia afuera nos concede estabilidad y tranquilidad, así aprendemos a confiar internamente.